La brigada municipal ha estado trabajando desde el 10 de junio para instalar los mástiles, el toldo y los tensores.
L’Hort de Can Falç dispone, desde este martes, de una zona sombreada gracias a la instalación de tres toldos que suman un total de 240 metros cuadrados. La Brigada Municipal ya ha completado los trabajos, que han incluido la instalación de mástiles, tensores y cables longitudinales y transversales. La concejala de Imagen y Vía Pública, Cristina Guiu Navarro, explica que
“era una prioridad volver a tener una amplia zona de sombra en el Hort de Can Falç, para garantizar la comodidad y la salud de las personas, especialmente ahora que estamos en verano” y añade que “hemos aprovechado el cambio para reforzar las estructuras de soporte y dotarnos de un toldo hecho con una tela orgánica que se adecúa muy bien al entorno de Can Falç”.
La Brigada Municipal comenzó a trabajar en la sustitución del toldo el 10 de junio. Los trabajos han consistido en colocar todo el equipamiento de mástiles y tensores para asegurar un toldo de grandes dimensiones. Concretamente, se han instalado tres piezas, que forman dos zonas de 6 por 15 metros y otra de 4 por 12 metros. El operativo ha enlazado las obras con los aparatos de sujeción con la llegada del toldo, que está hecho a partir de telas orgánicas que imitan el efecto de una sombra natural. Las características del toldo aseguran una cobertura del 90% de los rayos solares y una larga durabilidad, ya que el material es ligero y se adapta al viento y al agua, con un tratamiento antifúngico.
L’Hort de Can Falç es un equipamiento público situado en el centro de la villa, que funciona como parque público con un horario establecido y que en verano es muy utilizado para organizar actos públicos, como es el caso de la exhibición de bailes por Sant Bartomeu.
El coste del toldo ha sido de 8.000 euros, financiados por la Diputación de Barcelona.
